Quiero capturar el tiempo y encerrar a ese tirano;
y debilitar sus armas, solo rozando tus manos.
Quiero que el mundo se entere que ese déspota se muere,
cuando tus ojos me miran y triunfa nuestro amor derritiendo las paredes.
Quiero capturar el tiempo, y darle su merecido;
a ese médico fingido, falso curador de cosas,
y demostrar que las flores jamás mueren en invierno,
si continúan su vida, entre las hojas de un libro que encierra miles de prosas.
Quiero capturar el tiempo, tirano de dos agujas;
y sin recurrir a brujas, ni sortilegios, ni rezos,
demostrarte que los besos perduran en los sabores,
y que los buenos amores penetran hasta los huesos.
Quiero capturar el tiempo, enemigo del destino;
y recorrer el camino, a tu lado, a paso lento,
Quiero recorrer tu cuerpo y amarte al cien por ciento,
porque el amor verdadero jamás tendrá vencimiento.