Ahora y en el tiempo después,
muy largamente,
ayúdame Jesús, a que no zozobre,
en tan expreso viaje...
Voy sin miedo a la muerte,
porque sé donde me quiere su noche,
de ella muy alejadamente,
en tu luz más allá de lo imaginable...
Con mi corazón sonante,
y un castigo de vida en mi semblante,
viajo como un héroe,
por una zona de fuego cambiante...
Y en la mente un apunte,
que me indica como se abre todo cierre,
en la tierra combatiente,
buscando a Dios y su trono radiante...