La soledad
es una compañera distante
que te empuja a la vía
los días de lluvia,
es mi cuerpo desnudo
cuando cierras tu alma,
es un espíritu despidiéndose de ti
cuando partes en tren.
La soledad
es el viento de levante
desplomándose en un saco roto,
es una magosta
fraguándose a fuego lento
en una cocina antigua de leña,
es una fonda de los cincuenta
con las copas vacías
sobre la barra.
La soledad
es una nave industrial por dentro
cuando el sol sucumbe
a un tejado de uralita,
es la insolación de agosto
en una azotea,
es el cultivo hecho hielo,
el hielo hecho agua,
el agua que echa una cascada
contra el pozo
que nos da la vida.
La soledad
es la ceniza de un agravio
ungida en la frente,
el espejito mágico diciéndote
que el truco de magia
es la añoranza
que sale del sombrero
y la madrugada magenta
pálida en tus gafas de luna.
La soledad no es estar solo,
es estar a solas,
es estar contigo mismo
el mismo día que conmigo,
es la flor de tus ojos
marchita en los míos,
es el murmullo de las olas
que escuchas una noche
de Nochevieja
en la que no te apetece
el mundo.
La soledad, en definitiva,
es una esclava atada a la argolla
de su propia existencia.
Del poemario Tr3inta y Cinco
+El poemario íntegro lo tenéis en el siguiente enlace: https://lektu.com/l/victor-tardio-crespo/tr3inta-y-cinco/21092
+Si queréis ver los montajes de los poemas aquí: https://www.youtube.com/watch?v=fXnRw2CmWUU&list=PLGQ6iGgtL1cvUuFG0Xv8NDJhRnB-FDk_l&index=1