Augura la única estrella sobre mi frente, me indica mi destino sobre aquellas copas de sangre por dónde se asoma el alba,
Donde yerguen troncos torcidos, dónde el pan expande sus dominios con sus azúcares.
Allí crecen capihues de la tierra próspera qué el sol labriega con sus rayos.
Fulgido, agreste, no emulan de tus encantos que saltan en el cielo: voy indicando que esta es mi patria.