Una princesa encantada
recién salida de un cuento
compungida en su lamento
la encontré desconsolada.
Me enamoró su mirada
su delicada apariencia
sin saber su procedencia
dijo ser de sangre azul
con su vestido de tul
no dudé de su inocencia.
Me contó que atormentada
era esclava de su amor
no soportaba el dolor
estaba siendo ultrajada.
Ya no estaba enamorada
e imploró salir del cuento
terminar con su tormento
volviéndose a enamorar
de un señor que sin reinar
la amara sin argumento.
Con mis versos y mi lira
trataré de cautivarla
quizás pueda enamorarla
con las letras que la escriba.
Es una mujer divina
que emana ese resplandor
envolviendo en su fulgor
a aquel que su amor pretende
algo que no me sorprende
al ser dama de alto honor.
Classman