He muerto todos los días
para, otra vez, renacer;
he vivido varias vidas
y he cambiado hasta de piel;
me he introvertido en la herida
para librarme después,
y se expandió mi autoestima
mi devoción y mi fe;
mi cariño no se apega
a una sola obsesión,
ni alma que estuvo presa
es mariposa sin sol;
pero tu voz me despierta
sigo de nuevo al amor...