Con madurez avanzada
ya no me importa perder;
quiero a quien sepa querer
y no creo en cuentos de hada.
Hoy me siento realizada
por la suerte bendecida
vivo entre sorbos la vida
no temo a nadie, ni a nada;
del piso salgo parada
si tengo una recaída.
Pido para cuando muera
poder volver a nacer
en un cuerpo de mujer
y con la misma quimera.
Y si consciente yo viera
que la historia es repetida
volveré a vivir la vida
aunque mejor, imposible...
¡Es historia irrepetible
que por dura, no se olvida!
Me tracé feliz vivir
en estos años de penas
sin angustias, ni condenas
que pudieran abatir.
Gritar, cantar, sonreír
ver cómo crecen mis hijos
y sacié de regocijos
al ver sus sueños lograr
aunque aún les puedo dar
mis consuelos y cobijos.
Y qué, si un día te invito
a compartir mi presente
aunque critique la gente...
¡Que lloren de envidia a gritos!
Sé que dirán: ¡Qué bonitos!
¡Bendita luz de su frente!
Qué orgullo llevan, se siente
por cada paso que dan...
Y nunca más darán
un criterio diferente.
Hazlo, dale, si nos toca;
ser feliz es lo que importa
porque esta vida es tan corta
¡Vívela aunque sea loca!
Culmina el verso y te evoca
que vivir no es un castigo
Te invito, quiero testigo
ser, de nuestra alegría
y así, no olvides el día
en que te hiciste mi amigo.
Autora: EmitzaSR
De Cuba.