Lluvia suicida
revienta contra el asfalto,
cae, se estrella, salpica
y no la lloro, la venero.
Pierden la vida
en cada golpe, al contacto.
«Ella no se explica
porque me dejo mojar entero».
La gota muerta
oigo estrellarse,
soy testigo y parte
siempre de su aterrizaje.
Suerte nuestra
verla expresarse.
«Me detengo a disfrutarte
cayendo al fin de Enero».
Sonido de lluvia
que profeta
sencillamente
que una gota ha muerto,
en su cantar alivia
las penas del poeta:
«Es que inmediatamente
me dirijo a su encuentro».
Una gota cae
y muere.
Se oye
la lluvia latir.
Un arbol cae
y muere.
Se oye
una rama partir.
Cada impacto
es una gota muerta,
que perece
en pasado inmediato.
La retrato
en mente desierta.
«Ahora parece
finaliza mi relato».