Soñando la dulzura de tus besos
tus besos exquisitos y sensuales;
sensuales me despiertan los caudales
caudales de mis tórridos excesos.
Excesos que tranquilos y traviesos
traviesos como duendes celestiales;
celestiales inspiran madrigales
madrigales de amor y luz impresos.
Impresos con la llama de ternura
ternura que cobija tu belleza;
belleza tan divina y tan radiante
radiante como estrella que fulgura;
fulgura con la cándida pureza,
pureza de tu nimbo rutilante.
Autor: Aníbal Rodríguez.