Ser maestro es un orgullo,
una gracia del señor,
es una entrega, es amor,
es verdad de perogrullo;
día a día yo construyo
bellos templos de fervor,
y renunció con valor
a dañar tierno capullo;
una ideal aventura
ser silenciosa guía,
en la etapa más pura
compartir sabiduría,
un poquito de locura
y un muchito de alegría...