Cae la Noche...
Cae sempiterno el día...
Cae la tarde que adormece las Piedras...
Transcurre atónito el Tiempo
entre Estrellas y Soles en fuga...
Cae cada Ocaso formando óvalos
de Esperanzas en tinieblas...
Cae el Sol invadido de Mieles
Que saborea la lejía ingrávida
De misteriosas Sombras que
me acechan fugitivas...
Serán las Galerías Vacías de mi Alma
Las que ungen el Canto Ardoroso que me llama
Indiscreto, Vulnerable y Ascético,
Y que llega, sin Pausa ni Permiso...
En el Silencio amado y Rotundo
de la Forastera que he sido
Bajo otros Astros
Que brillan aún,
Buscaré el confín de mi Bravura...
(Patricia)