Entiendo que una ilusión
Se alimenta de quimeras,
Hace que la fe se muera,
Llega el dolor del adios.
La fortuita despedida
Se vuelve un mal necesario,
Fui fracasado corsario,
Y la intención fue fallida.
Me voy por mares lejanos
Con las velas recogidas,
Del viento con su embestida,
Naufragando en el océano.
No hay puerto que sea atractivo,
Ninguna musa que espere,
La letra herida se muere,
Se ha marcado mi destino.
Dejo al portal que a la postre,
Se volvió antesala fría,
Frunció el sueño mi alegría
Sin novia, amante o consorte.
Si me recuerdan qué bueno,
Si me olvidan fue mi sino,
Hoy me aparto del camino,
Nunca se cumplió mi sueño.
(VOZ DE TRUENO)