EHUR OHR

Dulce amor...

 

Yo la vi nacer...como nace una flor,

en un tibio amanecer…

la vi llegar envuelta en luz.

 

Ella vino a iluminar todo mi ser,

se robó de inmediato mi atención…

y llenó mi loca vida de ilusión.

 

Su mirada conquistó mi corazón…

y en sus ojos me sentí desvanecer.

 

Su sonrisa irrumpió con frenesí…

y sin pensar…en ese instante…

me di cuenta...que ella era…la razón de mi existir.

 

Me rodeó con su dulce timidez,

me atrapó sin dar tiempo a cavilar,

y me embrujó…

me cautivó su candidez.

 

Se adueñó de mi nostalgia…

y alivió mi soledad que guardaba un gran dolor.

 

Cambio mi mundo en un segundo…

con tan solo parpadearme…y sonreír.

 

Me cubrió con su ternura…y prendió de esperanza mi tristeza,

me hizo entonces comprender que podía ser feliz,

y entendí que existe Dios…en el milagro de su amor.

 

Así llegó a envolverme de pasión…con sus ojitos de bondad…

y sus caricias delicadas de elocuente sensibilidad.

 

Convirtió nuestra leyenda en devoción…

y ahí empezó nuestra eterna afinidad.

 

Arrullada del sereno…ceñida al sol…

la vi brotar en mi jardín…

y germinó con su aroma de verdad,

y surgió con su traje acrisolado…multicolor.

 

Floreció con su fragancia de intachable honestidad,

y su pureza se regó por los senderos que cruzó.

 

Su ingenuidad se convirtió en fortaleza,

y se vistió con su armadura de total seguridad,

y emprendió a volar…surcando el cielo...y la vi triunfar.

 

Yo la vi crecer,

la vi jugar,

la vi reír y también llorar.

 

La vi soñar y suspirar,

la vi mirarme con temor…con inquietud…

y la sentí dudar,

más sin embargo…la sentí también…confiar en mí.

 

Y así llegamos hasta aquí…

con nuestra dulce HISTORIA DE AMOR…

que la vamos a cuidar y eternizar…

hasta el fin…

hasta más allá de lo inmortal.