Me gusta callar
cuando todos hablan,
regalar una sonrisa
para evitar remedios.
Si estoy en terreno ajeno
no pienso arar
con caballo viejo,
solo mirar de la vida
los frutos que voy recogiendo,
y recorrer mi camino
acompañado de mi amiga
que para entretener la vida
la mujer solo precisas
Si alguien me pide
un consejo,
solo que mire al cielo
o sepa mirar el vuelo
del picaflor que no para
cuando de la flor se nutre.
Darse el tiempo
de ver la gloria de Dios
en el pequeño
que reconoce a su madre
por el hecho de
beber de sus senos
o al escuchar su voz
en una noche cerrada.
Por eso escribo
para que mi voz se calle.