Soy la tinta que busca empañar tu sangre
entre caricias que esgrimen gemidos,
en el holocausto de un orgasmo dibujado
cuando te imagino acurrucado entre mis versos.
Duerme entonces, lirio de amor,
que yo seré tu hoja en blanco.
El suelo virgen que anhela tu tacto
en ese íntimo gozo de jadeos inspirados.
Te quiero, te amo en afonía,
en la depravación de mis suspiros
cuando sueñan ser carne entre tus manos
y el beso nocturno en tu copa de vino.
Dime, si de ser yo más que una metáfora
me harías el amor con una mirada,
desnuda entre tu lírico aliento,
con el sonrojo de mi alma dilatada.
Y es que, mientras me escribes
no alcanzas a percibir,
que tan sólo soy
un triste poema enamorado.
Clavel Rojo
Alejandra P. Rodríguez Espinosa. Todos los derechos reservados.