El espectro del deseo
Sueles besar un momento vivido
y tocar tu cuerpo desde la raíz,
con eso te basta para ser feliz,
el roce de tus dedos en el líbido
de tu corazón sintiéndose vivo
lo deseas con incredulidad
sin entender tu necesidad
de ser poseída por el conjuro
de volver a sentir esto tan puro,
junto al deseo y la fragilidad.
Préstame tu boca para besarla
déjame ver tus ojos y admirarlos
quiero tocar tus pies y acariciarlos,
la senda de tu ombligo y recorrerla
buscando tu miel hasta encontrarla,
como la abeja poliniza las flores
yo quiero reconocer tus olores,
yo deseo tu naturaleza virgen
para que entiendas ese origen
del amor para cuando lo añores.