De la sexta me he olvidado
del quinteto, ni te cuento,
madre mía, qué tormento,
pero ya es toro pasado.
Si algo bueno me ha quedado
de la sexta y su quinteto
fue salirme del aprieto
disfrutando del trabajo
por arriba y por abajo
con el máximo respeto.
Con el máximo respeto,
pasé parte de mi tiempo
en lo que vi pasatiempo
y era un reto, os lo prometo.
Eran versos de un quinteto
donde rimas no encontré
donde rimas no inventé
y si llegan los cuartetos
yo me largo con los nietos,
pues cuartetos yo no haré.
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Y desde lo alto se oyó
¿Qué cuartetos tú no harás?
Y desde abajo respondí
Bueno, bueno, sí que haré.
M.