Un ratoncito,
miraba, ensimismado,
a un elefante.
Éste quería
volar como las aves
durante un rato.
Nuestro ratón
pensaba mil argucias
para lograrlo.
Se le ocurrió
hablarle al buen maestro
de ceremonias.
Y así lograron,
que Dumbo, el elefante,
fuera a la torre.
Y desde ella
saltara y sus orejas
le dieran fuerza.
Porque volar
es cosa de las aves
y de los sueños.
Así un ratón,
nombrado como Timothy,
logró esta hazaña.
Y nuestro Dumbo,
voló con los gorriones
por todo el circo.
(Cuentos de niños,
que son para mayores,
en estos versos).
Rafael Sánchez Ortega ©
02/02/23