Y que aquel que un día fue cómplice de sus engaños
Sirva esta noche como testigo de su infamia y arrase en un instante Con su fuerza creadora
el destino confiado en su origen
Que aquel que parece salvador y asesino Permitió en su abismo
Que se transgredieran las almas
Ahora reclama los cúmulos
Que servían como medida De su imperio
Aquel que osó aceptar el sinsentido
Fluye por las grietas sin saber
Que abrió las puertas de sus propios sueños.
(Lo encontré en mis notas, no recuerdo cuando lo escribí, pero se que quise publicarlo aquí)