La Elegida. (… y no consentida)
Vuelve a reverdecer la primavera
en
mi abandonado jardín.
*
Suspiros
de
felicidad se apoderan
de mí
al volver a encontrarte.
*
Velados dolores,
que
entristecen la posibilidad
de
una deseada cercanía,
desvanecen
en
madurados ensueños.
*
Dicha rescatada
en
un virtual cosmos
de
rotas esperanzas.
¡Vive en mí!