Si solo con mi pluma hacer, pudiera,
que el dolor de tu herida se escapara,
mi mano, de escribir, jamás parara;
por rendida, que al cansancio, cayera.
Es todo mi deseo, que no muera
la risa bondadosa de tu cara,
y solo en su derroche, derramara
la lágrima que más feliz te hiciera.
Por noches, escribiendo, yo estuviera,
tratando de que mi melancolía,
no opaque, lo que para ti escribiera.
Y si un día, tu risa, puñal fuera,
causando mi dolor o mi agonía,
mi pluma no será la justiciera.
Autora: EmitzaSR
De Cuba.