Ojala sean tus ojos el reflejo de la misericordia
ojala sea mi corazón el heredero de las buenas obras.
Ojala sea nuestro beso un puente que se tiende
entre la soledad de tu alma y la mía propia.
Ojala nuestra caricia se convierta en la unión
de dos tiempos disparejos y sin embargo
van siempre paralelos, como dos vías
que al fin hacen pasar el mismo tren, la vida.
Ojala sea nuestra intimidada la unión indescriptible
de la felicidad y la perfecta hermandad.
Ojala sean mis brazos las cadenas que nos unan
mas allá de nosotros mismos ¿y por qué no?
ligarnos hasta la eternidad...