Golpe de mar

Tacto

 

Empecinado por tocarte el sueño.

Un helado derretido al honor de tu memoria

robándome las horas del hombre del saco.

 

Sólo bailan como capotes frente al toro

tus inocentes regalos de brasas candentes.

 

No te quieras ir de mi bosque rebrotado

sin antes, haber pagado el alquiler 

con un pedazo de tu alma oxigenada.

 

Mis dedos cuidando de tu calma.

 

Funcionario de tus noches,

                                          

                                    ya tengo cometido.