Me hiere tu silencio…
imperturbable y falaz.
cínico, y envenenado silencio,
muero en la misma soledad
que me dejaste, inerte, ausente
destrozado,
en un profundo vacío,
cumpliendo la condena
de tu humillación.
Me tortura, tu desprecio…
solo, esta soledad me da consuelo.
única e insigne compañera,
en mis desvelas noches negras,
cuando se amalgaman, rotos
mis sentimientos, sin esperanza.
Soledad, en tu dulce cautiverio,
flagelado de pensamientos,
cada vez que la tristeza,
embiste con furor en mi alma,
silencias mi amargo llanto.
De mi herida abierta
que has marcado en mi alma
con tu indefinible traición,
gotean como sangre, una a una
otra vez mis lágrimas.
Me hiere tu silencio…
me hiere en el alma…
será un adiós triste, sin consuelo
tendré que olvidarte,
para volver a mi calma.