LA BAÑISTA.
Cuando te bañabas debajo de la cascada, todas las lluvias pasan a encontrarse con el verano.
Todas las lluvias se enamoran y se van de la estación que a tus ojos hacen sabios.
Todo tuyo es el verano. Y la lengua alborotada se abre paso por tus labios.
Cuando te bañabas debajo de la cascada, se desnuda el suave río en la tarde destellante, el sol encuentra el arte y el cielo la silueta de su tan buscada alma.
Cuando te bañas, siempre hay un verano debajo de la cascada.