Tiernos luceros me han robado el alma
placenteros me miran fijamente
haciéndome perder toda la calma
se regodean con aire inocente.
Más esa línea curva de tu boca
que más asemeja a la media luna
cantarte nanas eso me provoca
conduce a mecer tu cálida cuna.
Tu llanto que es un melodioso canto
nos invita a abrazarte con ternura
más cuando se convierte en dulce encanto.
Convida a apapacharte, ¡que ricura!
tanto te adoro bella Emilia tanto
a dicha feliz tu llegada augura.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
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