La vida,
suma de momentos
alegres y tristes,
ruta e identidad,
lo que somos.
Vivencias imborrables
que discurren.
Reencuentros
de seres
que se aman
y se unen
en instantes sagrados
que restauran el alma,
sacian deseos,
liberan inhibiciones
y desahogan sentimientos
que manan
en el yo interior
y los transforman
en sublimes albricias.
La vida, espectáculo
que disfrutamos
sin disimulo
hasta ensalzar
el camino que andamos,
alcanzar el concilio,
el diálogo que honramos.