La mañana llega
con su sonrisa callada
a inundar con luz
los rincones del recuerdo.
Y vuelvo a sentir
el calor de tu mirada
y el amor de cada dia
enredado en tus cabellos.
Al verte hundida
entre las sábanas,
sé de ser yo y despierto.
Para abrir cada ventana
y dejar que entre
el aroma quieto de invierno
y después te beso.
La mañana huye al mediodía,
cuando las campanas
doblan a lo lejos,
y tu estás vestida,
perdida entre tus sueños.