Ven, acaríciame ahí, pero suave, ten cuidado; acaríciame el alma, que éste corazón ya está demasiado destrozado y me duele. Pero si acaricias con cuidado mi alma obtendrás de mi algo que no se ha experimentado aún.
Cuida de mi alma, ya que ésa depende de ti para que no tenga el mismo destino que mi débil corazón, si tienes intenciones de romper ese órgano hazlo, te lo permito; ten en cuenta que es peligroso, pero hazlo si eso quieres... en todo caso no existe manera de que recobre sus sentimientos, pero mi alma, ella si es delicada, si la quieres acaríciala así sea de lejos, pero que no duela.
Acaríciame el alma, como quieras pero hazlo, hazlo hasta que te pertenezca.