Como de hojas se cubre el parque
en tarde otoñal,
tu alma ya estaba cubierta
por mi manto de amor,
antes que nacieras.
Yo vine a este mundo
de luchas y lamentos,
para ser nutrido sustento,
del corazón valiente
que abres a la mañana.
Yo, seré tu paz y tu calma.
Seré pasión y agonía,
yo seré el sol donde todo nace,
la luna que juega entretenida,
con las auroras de las mañanas
y la mayor de tus sonrisas..
Una muralla en la guerra,
un escudo en la batalla;
yo seré abrigo de carne
en la mañana helada..
Te amo, así dulce y agria,
tan auténtica como los silencios
cuando hablan,
y te quiero muerto en el ruedo
o jubiloso en la revancha..
Por tu amor bebo del cáliz,
envenenado de fracasos;
me atrinchero al ocaso liviano,
que vende astuta la nada..
Te quiero sin que mis ojos,
titubeen al brillo de oro,
que desprenden verdes
como la esmeralda..
Te adoro, como se adoran
a las estatuas,
divinidades de piel y fantasía;
!como diosa¡,
que riega mi alma.