La prisa
Perdí por prisa
tu voz,
tu cuerpo,
tu sentir.
No supe atar
tu tiempo
al mío,
ni a mis manos.
La prisa cambió
todo mi cielo,
mis blancas nubes,
mi fiel destino.
Se tragó las horas
sin segundos,
se tragó mi espacio
sin pensarlo.
La prisa fue caída
sin sufrirla
hasta el último
instante de mi vida,
hasta el último
recuerdo
que hoy me agobia
y que me mata.
La prisa fue el ocaso
mentiroso
me dio el camino
que nunca disfruté.
Jerry Méndez
México
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