José Domingo

Ahora

De joven no escribía
porque yo curtía
otras angustias 
Ahora sí escribo, 
poemas como logaritmos 
en base uno.

Y puedo llorar 
porque soy un niño que llora
Dómine cabra imaginario
avaro de amor en agonía
que peca en solitario
y aprende catecismo
de pecados y promesas

Y puedo dar gracias
a las dos, a cualquier hora
al niño dios
al sueño de borra
al santo del corazón
a la luz que viene
después de haberse ido
al miedo que huye
al cuento de la canasta
al de yo no te digo 
a los primos que duermen
que emigran al final
al loco de la azotea
al guisopo de trapo
al cepo sin presa
al pájaro y al aire
al vuelo, al escapar.