Te fuiste y me regalaste la soledad de
tu adiós, es mi castigo por todo el
dolor que le cause a tu corazón, se
que mis besos en cenizas se volvieron.
No sé cuanto me odies, te falle tantas
veces, se que ya no puedes oírme, me
estoy muriendo, sin tu alma no puedo
ser feliz.
Los años pasaron, no hay un horizonte
si tú no estás, me voy muriendo ya nada
tiene sabor para mí vida y te extraño, hoy
volviste a mis pensamientos y quise morir.
Te pediría que regreses, no sé puede, solo
pienso en ti, de todos los castigos que hay
en el mundo, es el no tenerte conmigo, tu
no estás y me estoy muriendo.
Autor. Franco Montesco.