Siempre emergen intrépidos templarios
al compás de los sueños libertarios;
y a través de sus alas protectoras
vuelan libres sus almas soñadoras.
Ellos cargan anhelos milenarios
que de paz y justicia son himnarios;
y ofreciendo esperanzas redentoras
de bondad nos regalan sus auroras.
Ellos vienen de estirpes justicieras
empuñando gloriosos las banderas,
que cobijan del pueblo sus anhelos;
y vistiendo de honor sus regios trajes
nos ofrecen sus fúlgidos bagajes,
que vistieron con honra los abuelos.
Autor: Aníbal Rodríguez.