José Luis Barrientos León

Y todo es ella y mi palabra es ella.

 

Perdóname, palabra que no he dicho

mi vida está completa

no siento tormento, ni estoy triste

morí incontables muertes y resucité alegre

atravesando noche y días

como el viento cruzando montañas

mudo sobre el mar infinito

 

Perdóname, palabra inconfesable

me he convertido en canto

como ave de eternas alas

oh río de vivida sangre como agua

soy himno de esperanza

escribiendo versos a cada instante

 

Perdóname, no te pronunciaré, no insistas

la barquilla de tristezas se ha hundido

sin desesperación, sin disgusto

los rostros partieron con las olas

se desvanecieron entre espumas y arenas

no quedan estatuas al olvido

ni inciensos en altares vacíos

 

No resucitarás, has muerto

mis manos están empapadas de azul y nubes

detenidas en el aire, acariciando ilusiones

y escurren por mis dedos olores de amor y entrega

Perdóname, eres como hoja seca que no levantaré

no te lloraré palabra impronunciable

mis ojos ya no se cierran,

mi boca no te nombra.

He aprendido a amar y es todo

Y todo es el viento, el mar, la nube

Y todo es ella y mi palabra es ella.