Lacraría el pasado
si con ello, pudiera
engendrarme en tu voluntad
conciencia a conciencia.
Abriría más mis manos
para decorar de caricias tu piel
tan solo por una media verdad
que haga atenuar mis sentidos.
Abatir los miedos en mis labios
con besos recién inventados;
con nuevos y puros besos.
Arrastraría hasta la orilla
los juncos que se clavan
en este indigente soñar.
Porque sueño…
Y no logro pernoctar
en esta ilusión donde mis ojos se cerrarían
para engendrarte aquí;
en mi alma
Antonia Ceada Acevedo