Mirian Dominguez

DOLOR AJENO

Hice mío el dolor ajeno

Mirando a mi alrededor

Uno en especial me conmovió.

 

Un cuerpecito sin movilidad propia

Cabecita sin poderse sostener

Mirada perdida ignorando su padecer

 

Hice mío el dolor ajeno mi corazón se aceleró

El alma me tocó, fue un momento de ruegos, esperanza, fe…

a la ciencia y a Dios.