Agua dulce de este río,
agua pura de mentiras
de tanta escasez deliras,
es traslúcido lo umbrío.
Del reflejo desconfío
porque la muerte circunda,
que en tu lecho es más rotunda
si envenenan las entrañas,
lo juro, no son patrañas,
y la historia me secunda.
Una guerra por tu fama
ha liquidado a mi gente,
refresco el néctar turgente
del agua que se derrama.
Por cada muerte en la trama
crece en el cuerpo el ardor
y es tan terrible el dolor
que la tierra se reseca,
entre tanto nos obceca
con desidia y desamor.
¡Que se escurre de las manos
con tanta resignación,
desperdician sin razón
el agua los soberanos!
\"Agua pura de malsanos\"
-dice presto el ser pensante -
“¿¡Es que no sabe el farsante
que este recurso es vital,
corazón de este lugar,
pues de la vida es garante!?”