En la tinta se escribieron los lazos más profundos, los sueños compartidos y el amor que en ellos fundos.
Ojos que se unieron en una danza eterna, en un abrazo constante que no se desvanece jamás.
La anarquía y el destierro se convirtieron en compañía, en un pacto libre que sigue intacto.
El corazón late en unidad, a cinco metros de distancia pero siempre alcanza a unirnos en una sola existencia.
Tatuados en la piel, los recuerdos nunca morirán, el amor siempre perdurará y los sueños renacerán