Absorbente, magnífica, su lira
Luminosa refulge tan radiante;
Pan y Apolo, de forma deslumbrante
Obsequiaron al bardo luz que inspira.
En sus letras, con ansias se respira
Todo un mundo de ritmo desbordante;
Aprendió de Verlaine la vibrante
Rebeldía del verso, que hoy se admira.
Una estela de mágica pureza
Brilla siempre causándonos placía;
En sus halos se encuentra la grandeza
Navegando en el mar de la armonía;
Donde habita la aurora de belleza
Adornando su eterna poesía.
Regio y fresco surgía
Inspirado su verso soberano;
Ondulando su origen muy dariano.
Autor: Aníbal Rodríguez.