Después de enamorarme de rosa, de creer en algo hermosamente no sentido. Me volví a mí y mirando el cielo creí que estaba en lo correcto.
¿Qué es lo correcto che?
Y sin más amor, sólo quedaba lo sucio del sexo que para mí no era nada, sólo vacío.
Una necesidad que se saciaba en minutos, que eran segundos, que eran eternos en mi mente mientras pensaba por qué hacía eso.
Sin más, todo se volvió tan hueco. Creer en un amor que jamás había sido para mí.
Creyendo(me) todo.
No me voy a culpar más.
Pero no quiero, creo que ya no quiero nada.