Me gusta estar ausente
para saber mirar otro lado
para no criticar lo que veo
si no para acumular saberes.
Me gusta oler las flores
sin arrancarlas de sus pies
sino para saber que Dios
le dio sus sencillos poderes.
No quiero que cuando muera
me cubran con esas flores
sino con sus colores,
que el arco iris es precioso,
sin jactarse de lo alto
siendo Él mejor que nadie
Ser el más jactancioso.
Solo sería bueno
que la gente que me conoce
se recordara de mi carácter
alegre, travieso y un poco hozco
que el silencio es el mayor
maestro del valor.