GDA

CONSTRUCTOR DE HERMOSURAS EN LAS VIVENCIAS

Lo magnánimo de una herencia es un recuerdo
que deja el hombre en las memorias
de su prole a pesar de los años,
desde la nostalgia de una infancia repletas de lecciones
con ejemplos y siendo él instructor de la vida,
constructor de hermosuras en las vivencias
para las mentes de los pueriles, con las manos
abriendo caminos y siendo guía;
perenne se vuelve ese ser cariñoso
y no habrá olvido que pueda sepultarlo,
mientras en el vuelo de las aves
se rememore la libertad, misma que día a día
enseñó a sus pupilos, los que siempre han de amarlo.