Annabeth Aparicio

A los ojos de un muchacho

Son tus ojos,son tus ojos, lúcidos diamantes,

Espejos que concentran los rayos del sol,

Dos querubes de crisol,

Tus ojos,tus ojos,dos cálices brillantes.

 

Son éneos,de miel y apacibles,

En esos dos cielos suele amanecer,

Eres hermoso,de buen parecer,

Y tus ojos,impolutos e incorruptibles.

 

Se embellecen de luz matinal;

Ventanas hialinas,mares de cristal,

Dos candiles de oro con llamas ardientes.

 

Esos dulces ojos son los que me enamoran,

Y he aquí que cuando estos me ignoran,

Llevo un llanto doloroso entre mis dientes.