Gerson D. Delgado

Alba

Bendito el verso que se alza 
En la mañana de mis musas 
Y entrega magia al folio 
Sin escatimar belleza
 Haciendo eco de la infinita 
Generosidad de Dios
Que con un beso de tinta vuelve oro
 cada letra
Y amor cada indicio de odio 
Pacientemente espera la vendimia  el poeta
Y esculpe con cenizas de un fuego pasado 
Vasijas que contengan el nectar preciado 
Del que la melifera abeja presume 
A lo lejos, los humos de Alejandría 
Que son víspera y desembocadura 
De la excelsa escultura que en mi escritura se erige