Ignacio Aguado Fernández

LA CABEZA ES UNA PLAYA INHÓSPITA

 

La cabeza es una playa inhóspita.

Los restos del naufragio

aparecen de madrugada

sin saber si es un sueño,

solo pavor agazapado

en la arena gris,

tiritando de frío,

temeroso del atronador oleaje.

Con los labios cuarteados por el viento

y la boca entreabierta,

el miedo repta garganta abajo

buscando sin duda el corazón

que apenas palpita.

Y entonces las pupilas se escapan

de los ojos y huyen lejos

como infames gaviotas.