Jerry Mendez

Desastre

DESASTRE

El desastre ha llegado, así, 
de improviso,
sin ruidos
ni jadeos,
sin sudores goteando
su tronco;
ha llegado sin llamarle,
sin desearlo,
sin pensar que asaltaría
mis entrañas
como buitre volando
sigiloso 
tras cadáveres.

Llegó sin mostrarse
de inmediato,
por el contrario,
me estudio los huesos
y la carne
negándose a tragarme
por lujuria,
me guardo como fiambre
tanto tiempo
haciéndome sufrir
sin complacencia
de mi parte.

¡Oh desastre!
ya eres piel sobre mis huesos
y saliva en mi boca,
pero no eres llanto
ni fuerza,
mucho menos alma
ni reposo,
pero si una herida.

Jerry Méndez
México
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