Pilar Luna

ATARDECER EN LA LAGUNA

Por el árido paisaje infinito

que desciende hasta el salitre,

aparece reflejado

rozando las aguas inmóviles

el soberbio cristal bruñido.

 

Sobre la estática belleza,

el hálito puro del viento

contempla el manto sagrado.

Asaeteando los instantes

luminosos

lanza sus tizones candentes

como rabiosas señales

de impulsos ritmados.