Yo sin ella no soy nada
nada soy si ella se muere
no le dé la puñalada
si usted viva la prefiere.
Ella vuela diligente
como cuco carpintero
pa´ que vuele libremente
pues quiere alas pal obrero.
Si la busca el campesino
también puede él encontrarla
para andar cualquier camino
y al tenerla ha de cuidarla.
¿Quién la quiere, yo pregunto?
¿Cuántos más la andan buscando?
En su lucha yo me apunto
si por ella van luchando.
Si no sabe usted quién es
ya sabrá cuando analice
al derecho y al revés
lo que este poema dice.
Piense, piense entonces pues
de quién diantres escribimos
que el dolor viene después
pues sin ella más sufrimos.
Mucha sangre ella ha costado
y pagado un alto precio
será burdo y descarado
si por ella hay un desprecio.
Ella tiene su virtud
como el viento que al pasar
lleva fuerza como alud
y hasta el bosque hace cantar.
Porque «Libertad» se llama
de la que escribiendo estoy,
con mi canto y mi proclama
¡La defiendo dónde voy!