Las ciudades eternas están vacías;
Están olvidadas, siegas en los días;
Parecen ocultar, sabores amargos;
Parecen ser rutinas, hábitos largos…
Tocan el alma, para poder resolver;
Maquillajes que sienten hoy volver;
Aprietan lo vil e injusto del corazón;
Con recuerdos lejanos usan la razón…
Para escribir la frescura del respiro;
Que se agiganta creciendo a siegas;
Que se perfila discreto en las venas;
Cuando las grietas abren aquel giro…
Respirando con los paños húmedos;
Lavan las heridas, cortes en ruedos;
Ahí nacen melancolías, en historias;
Que cambian travesías, en victorias…
Rozan el tiempo para curar silencios;
Para sanar la corteza en estos labios;
En estos susurros de noches, tristes;
Cierran la puerta, para ver si existes…
Para percibir tu respiro a mi costado;
Para mirar, sonrisas en el semblante;
Que reflejan el brillo del ojo distante;
Cultivando jardines, con beso robado…
Porque hoy, quiero escuchar tu voz…
¡HIJO MÍO!
VERSOS DE DANTE ALIGHERI
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